EL feng Shui es el arte chino de mejorar la calidad de vida del ser humano armonizando el espacio y seleccionando la colocación y la dirección de los objetos que nos rodean en nuestra casa o en nuestro lugar de trabajo. Es el arte de colocar cada cosa donde debe estar. Es igualmente una filosofía que basándose en algunas características de los cinco elementos (agua, fuego, madera, metal y tierra), estudiando nuestra relación con ellos, interpretando el electromagnetismo que nos rodea y relacionando formas, colores, aromas y sabores, intenta equilibrar la energía de la casa y sus moradores y puede llegar a hacer nuestra vida más agradable. Es una manera de armonizar la vida del hombre y la naturaleza.
Según el Feng Shui el área del amor se halla en la esquina derecha al fondo de nuestra vivienda. Los colores afines a este espacio son los rosa, rojos y blancos. En él colocaremos lo que tenga relación con “pareja”, por ejemplo dos patitos (que además indican fidelidad) o cualquier forma siempre en pareja. Pondremos objetos de cristal para activar esta zona. Teniendo en cuenta que las flores favorecen el amor, tendremos cuidado de que no falten.
Las piedras que benefician la energía del amor son el cuarzo, ya sea el blanco, el rosa o el rutilado; la esmeralda, el jade, el citrino y la turmalina verde, rosa o rojiza. Si se quiere colocar alguna de estas piedras, recordar de hacerlo por pares.
El espacio que se dedique al amor ha de ser cálido, sin muchos adornos y que nos transmita equilibrio.
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