Es el arte de equilibrar las energías de la naturaleza en nuestros espacios, para nuestra mejor evolución personal a través de la armonía de los elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera que estén presentes en nuestras decoraciones y/o construcciones sea de vivienda, comercio u oficina.

Se trata de un arte milenario que tiene como propósito lograr la armonía entre las personas y el medio que las rodea.
Para ello recurre al uso de los colores, las formas y la ubicación de los elementos que pueblan los espacios. Su principio básico es canalizar adecuadamente la energía del entorno, con el fin de obtener un equilibrio que redunde en bienestar físico, emocional e
intelectual de las personas; trata del modo en que afecta a nuestro bienestar físico, emocional y espiritual.
El feng-shui pretende que la persona viva en armonía con la naturaleza. No importa si afuera reinan el ruido, la tensión, el estrés, el bullicio, la contaminación y el desorden; al entrar en su casa, usted puede encontrar un remanso de paz en el que relajarse y recobrar toda la energía que perdió en la turbulencia cotidiana.
El feng-shui debe ser entendido como una filosofía de vida y no como la panacea de todos los males. No es una práctica milagrosa, pero si usted aplica cuidadosamente sus conceptos, hará que su vida mejore. Busca el predominio de la energía positiva sobre la negativa en el hogar, así como en la presencia equilibrada de los cinco elementos que distingue como básicos de la naturaleza, agua, fuego, madera, metal y tierra, nos habla además de los colores, nos propone símbolos y elementos para fines concretos, trata el orden y la limpieza y un sin fin de aspectos que nos pueden ayudar a organizar nuestro hogar.
Feng significa viento y Shui significa agua, simbolizando el viento ascendiendo a la cima de una montaña, y el agua que sube hasta su cumbre, así como se unen la aptitud y la acción de una persona en la búsqueda de su crecimiento personal.
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